Por Damián Juárez
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El peronismo está en ebullición. En los asados peronistas, que se multiplican como las hojas del otoño, hay una fuerte convicción: que Sergio Massa está bajando en las encuestas. Dicen también que la elección marcará una polarización entre el modelo de Macri y el del kirchnerismo, sin lugar a grises.

Interpretan que ese gris, esa "ancha avenida del medio" que supo interpretar el massismo en su momento, está en franca caída. Que también el gobierno nacional juega a polarizar porque quiere tener de enemigo al kirchnerismo y no al massismo, porque se le parece más.

En los búnkers peronistas, donde Crónica pudo acceder, aseguran también que Massa está perdiendo votantes y que, de cada diez votos que pierde el hombre fuerte de Tigre, ocho van a Macri. Para el peronismo, Massa se parece tanto a Macri que la gente vota el original antes que lo que perciben como una copia que no conocen mucho cómo es.

Luego surgen los nombres de quiénes irían a la interna. Hay dos bandos definidos: el de Cristina y Scioli, con mayoría de intendentes, y el de Randazzo, que se va armando de a poco, con un puñado de intendentes y el respaldo del Movimiento Evita de Fernando "Chino" Navarro y Jorge Taiana, entre algunos referentes de peso.

Randazzo se paseó esta semana por el Senado, donde obtuvo una foto con algunos de sus aliados, entre ellos Juan Manuel Abal Medina, un ex jefe de gabinete de Cristina.

La hora de las listas

Estos dos bandos, a la hora de la interna, ya tienen nombres propios. Del lado del ex ministro de Transporte e Interior, los candidatos son Randazzo y Julián Domínguez. Del lado del cristinismo, la cosa está aún en la nebulosa. Cristina pasará parte del mes de mayo en Europa: brindará charlas en Grecia, en el Parlamento Europeo y en la Universidad de Oxford, en Inglaterra. Ella hoy puede ser candidata o no. Aún no lo decidió. Sin embargo, aunque no sea candidata, sí tendrá un rol en la campaña, como figura necesaria del espacio.

Por su parte, Scioli, fiel a su estilo, camina la cancha y espera para definir si su nombre estará en la boleta. El ex candidato presidencial considera que no se puede perder el contacto "con la calle" y por ello está desplegando una intensa agenda tanto en el conurbano como en el interior de la provincia. En los últimos días, recorrió los municipios de Zárate, San Pedro, Arrecifes, Moreno. Suele visitar pequeñas y medianas empresas y poner el acento en las consecuencias del plan económico de Macri. También estuvo en Avellaneda, donde gobierna Jorge Ferraresi.

La campaña de este sector ya tiene armada una mesa chica, que se reúne periódicamente y ya planifican estrategias.

Está integrada por delegados de Cristina, Scioli y, en representación del peronismo bonaerense, hay enviados de Martín Insaurralde -cuyo nombre podría estar en alguna lista- y de Fernando Espinoza, referente del PJ de La Matanza y del PJ provincial, figura de un distrito clave para cualquier elección, ya que es el municipio con más votos de todo el país.