Por Francisco Martirena Auber 

La puesta en marcha del programa "Precios Transparentes" trajo primero confusión y temores en las grandes cadenas de hipermercados, y la consecuencia era previsible. Hasta hoy, el mes de febrero tiene una caída del 7% interanual en las ventas, medido en unidades, y un derrumbe de entre 15 y 20% para el consumo en cuotas, por la desaparición virtual de Ahora 12 y Ahora 18, que para el comprador no registraba una tasa de interés en su percepción.

 


"Bajó todo. Un 7 por ciento promedio en general, pero en electrodomésticos y ‘non food’, trepa al 15 y hasta 20 por ciento". El dueño de La Anónima, Federico Braun (tío del secretario de Comercio, Miguel Braun, a su vez primo del jefe de gabinete, Marcos Peña) señaló, en reuniones entre las empresas, "que perdió hasta 20% en las ventas en cuotas por culpa de Precios Transparentes, ya que ahora se perciben los intereses", detallaron a "Crónica" fuentes al tanto de las conversaciones entre los representantes de los hipermercados.

En esta dirección, señalaron que "la implementación fue desastrosa, porque las cadenas básicamente lo que hicieron fue poner el precio de contado y un cartel que dice ‘Consulte por planes de financiación".  El resultado global es la caída de 15 a 20 por ciento, ya que luego de la palabra de Braun, todos coincidieron en que tienen la misma merma en la comercialización en cuotas e, incluso, una cadena con precios más elevados que el resto, informó bajas mayores.

Por si fuera poco, otra fuente conocedora de la actividad hipermercadista dijo a este diario que "la gente ahora percibe que le cobrás intereses y no compra. El consumo, por lo tanto, sigue cayendo".


Reto familiar


"El hecho de hayan bajado los precios al contado no tiene peso en la ecuación final. La gente compra en cuotas lo que se puede comprar en cuotas, porque no tiene plata; no va con el efectivo o compra en una sola cuota", analizaron en el retail.

Por otro lado, no se trata de la primera vez que "Tío Braun" cuestiona la gestión de su sobrino. El año pasado, en oportunidad de las jornadas supermercadistas de ASU, aseguró que "en estas condiciones, no se puede invertir" y quienes presenciaron su discurso señalaron que hizo hincapié en el "costo laboral" y "la presión impositiva", especialmente de los impuestos nacionales.

Las fuentes sectoriales advirtieron que "más allá de que no sabemos cómo terminará este plan, podemos ver porque lo notamos, que los consumidores se retraen porque dejan de ver las famosas cuotas sin interés".